Vivimos en una sociedad altamente competitiva. Hoy, ya, no sirven los argumentos de treinta años atrás, donde en el mundo empresarial tal vez fuera suficiente con «hacer las cosas normal». En efecto, en el 2024 hay que ser eficientes. ¿Cuánto exactamente? Al menos, ligeramente más que tu competencia.
Este análisis es perfectamente aplicable al ámbito sanitario. Las viejas costumbres de «salir del paso», muchas veces con medios caseros, otras con medios obsoletos, y otras más directamente con medios inexistentes, hoy ya no tienen cabida. Si la competencia lo hace mejor, se llevará a la mayoría de los pacientes. Y no sólo eso, también tendrán una peor imagen de tu clínica. Incluso negociarás con peores herramientas con las compañías de seguros médicos, perderás la capacidad de retener a tus mejores médicos por la falta de motivación (al perder demasiado tiempo valioso en tediosas e improductivas tareas administrativas).
Por ello, en los sistemas software de gestión sanitaria actuales, es fundamental establecer la información en el centro del análisis. Este estudio nos permite optimizar nuestra clínica, tanto en el aspecto administrativo, como financiero, y sanitario. Y esa optimización nos permite, a su vez, y sin ambages de ningún tipo, una doble ventaja muy tangible: por un lado, lograr un significativo ahorro económico (mediante eficiencia de nuestro personal, control financiero, focalización del tiempo de los médicos en la atención sanitaria, o incluso en el sustancioso ahorro de papel), y por otro lado, una evidente mejora en la imagen externa percibida por el paciente (debido a la reducción de tiempos de espera en sala, facilidad para comunicarse con la clínica, mayor interacción con el médico por distintos medios, o al empoderamiento del paciente mediante su autogestión desde su portal privado).
No son datos abstractos. Son hechos. Y completamente medibles. Por eso es fundamental contar con un buen software de gestión clínica integral, y con un equipo que te ayude a engranar cada mecanismo.